Producción y consumo de alimentos: Una estrategia superadora

PRODUCCION y CONSUMO de ALIMENTOS: UNA ESTRATEGIA SUPERADORA

Alberto Gandulfo[1] y Alejandro Rofman[2]

 

RESUMEN

En este texto nos proponemos discutir la situación actual de producción, comercialización y consumo de alimentos frescos elaborados en el país a la luz de la necesaria cobertura de la demanda de la población, imprescindibles para satisfacer una alimentación saludable, principalmente porque consideramos el Derecho a una Canasta Básica de Alimentos para cada habitante como condición esencial para garantizar la reproducción social de la vida y del necesario abaratamiento del consumo familiar como principal Política Antinflacionaria.

Palabras Claves: DERECHO HUMANO – ALIMENTACION SALUDABLE – POLITICA ANTINFLACIONARIA – ECONOMIA SOCIAL Y SOLIDARIA – AGRICULTURA FAMILIAR

 

Introducción

La problemática de la inflación actual en la Argentina debe ser abordada desde una perspectiva alternativa a la que se maneja infructuosamente desde hace tiempo. ¡¡¡Urge una estrategia antiinflacionaria YA!!!

En primer lugar, es necesario reconocer un componente central en el proceso de crecimiento de los precios al consumidor y que se refiere al rubro de alimentos que es más relevante cuanto menor es el ingreso que obtiene quien incurre en gastos para su adquisición esencial. El Derecho a la Alimentación Saludable está explícitamente consagrado en nuestra Constitución Nacional en la adhesión a la Declaración Universal de los Derechos Humanos que está incorporada, según el artículo 22, como tratado internacional al texto constitucional. Dicha Declaración, en su artículo 25, expresa: “1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, así como a su familia, la salud, el bienestar, y en especial la alimentación…”. Además, nuestra Constitución afirma en su artículo 42 que “Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho en la relación del consumo (…) a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados…”.

Tal como con la Salud y la Educación, la Alimentación adecuada es un Derecho consagrado constitucionalmente. El Estado está obligado a proveerla más allá de cualquier cuestión de intereses privados y puede, y debe actuar por afuera del criterio de Mercado Capitalista que siempre pretende aspirar a maximizar su tasa de ganancia. La Alimentación es un Derecho Humano inalienable y como tal, no puede estar regido por leyes y normas que obstaculicen o impidan a cualquier ciudadana o ciudadano acceder a los nutrientes necesarios para tener una vida digna.

Siguiendo este criterio, el Estado debe cooperar activamente para satisfacer la necesidad básica de alimentar a los integrantes de la sociedad, como lo ha venido haciendo con los diferentes Programas de Ingreso Social y de Seguridad Alimentaria, aunque hoy resulten insuficientes ante la distorsión inflacionaria. La existencia de un segmento de más del 8% de los habitantes del país, según el INDEC, en carácter de Indigentes exige con urgencia el cumplimiento del precepto constitucional citado. El Alimento no puede estar manejado por el Mercado. Para ello, es preciso que el precio de los alimentos no obedezca a otro objetivo que su provisión sea factible para el conjunto de la sociedad.

Por otra parte, el poder abusivo de los formadores de precio (aún en tiempos de pandemia) impide una posible negociación, acuerdo o fijación de precios por parte del reducido conglomerado de monopolios y oligopolios industrializadores de alimentos. Y, por último, es preciso recordar que las cadenas agroalimenticias de productos frescos reconocen intermediaciones excesivas y de especulación financiera que desnaturalizan los valores que se pueden obtener, por ejemplo, en el Mercado Central de Buenos Aires.

Queremos mostrar otro camino posible. A lo largo y ancho de nuestro país conocemos numerosas iniciativas muy valiosas que, con distinto grado de organización y desarrollo, han ido avanzando en el escenario productivo nacional en vincular la oferta productiva y su comercialización solidaria a los consumidores concriterios basado en evitar la presencia de la intermediación, garantizar precios justos para los oferentes y de valorización de los alimentos que produce la Economía Solidaria.

Destacamos el Programa Mercados Bonaerenses que implementa el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires, que promueve el desarrollo de canales alternativos de comercialización que garantizan el acceso a una oferta variada de alimentos; conformando una red de más de 1450 productores regionales con 42 puntos asistidos con tiendas móviles de carnes, pescado, lácteos y pastas que se complementan a los puestos de producción local. El Programa permite a las familias un ahorro del 25% en alimentos en comparación con los canales tradicionales y ofrece un plan de descuentos con la tarjeta DNI del BAPRO que llega al 40% Como parte de la política de fortalecimiento de este Programa, hay previsto crear nuevos Mercados Concentradores de Alimentos en 10 municipios durante el período 2022-2023[1]

Un importante número de municipios y de gobiernos provinciales han encarado diversos y diferentes programas de abastecimiento de alimentos, fomento de la producción local y de acceso al consumo popular. Gestión conjunta entre Estado, organizaciones de productores, universidades nacionales, INTA y comercializadoras solidarias. A manera de ejemplo, solo citamos algunos de ellos: las 36 empresas mixtas alimentarias riojanas con predominio accionario del Estado Provincial-SAPEM[2]el fuerte impulso a la cadena de valor de la miel por el Gobierno de Chaco, la tarjeta alimentaria de. Municipio de Tapalqué (Bs. As.), la apuesta a la producción agropecuaria del Municipio de Gualeguaychú (Entre Ríos) y la iniciativa del Polo Agroalimentario Sostenible El Pato 2050 de la Municipalidad de Berazategui  (Bs.As.) entre otras.

En forma silenciosa existen numerosas iniciativas locales que apuntan a fortalecer las relaciones de cercanía entre producción de alimentos y el consumidor en forma directa. En estas articulaciones, el productor tiene garantía de demanda creciente de su producción, elude todo tipo de intermediación y “sin costos” cuenta con la promoción municipal que facilita el acceso de los vecinos. Los consumidores alcanzan productos a precios accesibles, con promociones y descuentos bancarios, evitan gastos de traslado y recrean su vinculación con el entramado productivo local. Así se respeta y valoriza la cercanía territorial asociando agricultores familiares y consumidores que acceden a productos en forma directa. Se estimulan de este modo, mercados de cercanía que operan por afuera de las grandes cadenas de supermercados.

Visualizamos en crecimiento diferentes experiencias adoptadas por organizaciones sociales que incluyen desde los supermercados de la Unión de Trabajadores de la Tierra-UTT y la Red de comercializadoras de la economía solidaria (Altared), los locales de Almacén Cooperativo que ofrecen productos de todo el país, hasta los nodos de consumidores del Mercado Territorial de la UNQ, en referencia del conjunto de diversas organizaciones populares que comercialización bolsones hortícolas y frutícolas que abaratan sensiblemente su costo y promueven la organización del consumo responsable.

La extensión y multiplicación de tantas iniciativas que alientan el consumo familiar no implica costos muy elevados para el estado local, sino capacidad de gestión, articulación con asociaciones de productores para la provisión de una canasta básica de alimentos que supone reducción de precios absolutos por debajo de la tasa de inflación oficial.

En lo inmediato se requiere de una fuerte y decidida acción de Políticas Públicas que apoyen y multipliquen las diferentes y diversas iniciativas de producción local y consumo popular existentes para que se enmarquen en la conformación de un Plan Federal Antiinflacionario con el propósito de eliminar la indigencia como objetivo central del Estado Nacional; que posibilite aumentar la escala productiva, masificar el alcance y mayor volumen de productos para su comercialización. Se requiere de Finanzas Solidarias que fomenten estas políticas locales destinadas a la creación de nuevos puestos de trabajo y la incorporación de tecnologías adecuadas para una rápida generación de valor agregado en origen. La utilización de plataformas virtuales de software libre que faciliten los procesos de comercialización y una fuerte inversión en programas de infraestructura productiva regional como los que viene aplicando la Unidad de Integración Interjurisdiccional del Ministerio de Obras Públicas en el último año.

La gravedad del problema nutricional hoy se enfrenta con una fuerte dosis asistencial a través de los programas de la Seguridad Social y la perdida de la remuneración salarial que no alcanzan para enfrentar los niveles de pobreza e indigencia. Además de aumentar la cobertura social ante la emergencia y aplicar un fuerte aumento salarial, sostenemos que se requiere desarrollar una Política Pública de producción de alimentos para mejorar la situación nutricional de las familias más vulneradas. Coordinar las múltiples experiencias existentes en una Gran Red de Redes que permita potenciar su vinculación territorial y proponer la creación de “Sistemas Locales de Producción y Consumo de Alimentos Saludables”[3] destinado a mejorar la comensalidad de los sectores populares; que priorice la producción de la agricultura familiar, la recuperación de las economías regionales y nuevas formas organizativas en los territorios para avanzar en la distribución de la riqueza.

Fortalecer el Estado local, desconcentrar el mercado de alimentos, disponer de mayor regulación sobre las diferentes cadenas de valor en favor de los pequeños productores. Implementar programas que faciliten condiciones de acceso al agua y recuperación de tierras productivas; tecnologías adecuadas y mayor conectividad para el desarrollo de las diferentes formas de consumo responsable en perspectiva de avanzar en la construcción de nuestra SOBERANIA ALIMENTARIA.

Ante las urgencias que vivimos, apelamos a la capacidad de organización de les trabajadores argentinos y consideramos que la mejor manera de resolver la problemática planteada es involucrar a la comunidad, a les productores y consumidores y al estado municipal en instrumentar diferentes Programas Locales de Producción y Consumo de Alimentos Saludables, (de lo más simple a la mayor complejidad y alcance programático), para satisfacer la demanda creciente de sectores populares que padecen situaciones de inseguridad alimentaria, principalmente les niñeces. La plena satisfacción de tal necesidad en toda la población que se convierte en un derecho humano ineludible que sólo podrá alcanzarse si la vinculación entre productores y consumidores CONSTITUYE UNA POLITICA PUBLICA, de inminente implementación, que se rija bajo condiciones de funcionamiento que superen las limitaciones de una visión centrada en el mercado capitalista donde predominan las grandes empresas transnacionales y el negocio de la intermediación comercial y financiera.

1. Antecedentes y estado actual de la problemática alimentaria en la Argentina

En primer lugar, es preciso dar cuenta de las políticas alimentarias propugnadas por el Estado Nacional destinadas a favorecer a los sectores populares habida cuenta del nuevo escenario económico-social surgido desde el 10 de diciembre del año 2019 condicionado por el endeudamiento del FMI y atravesando la Pandemia Covid. El nuevo contexto, al pretender poner en marcha un modelo económico basado en la valorización del trabajo (frente a las condiciones de ajuste FMI, especulación financiera con fuga de capitales) y el estímulo a la producción nacional, implica modificaciones sustanciales al que prevalecía antes del mes de diciembre de 2019

En segundo lugar, la fuerte degradación social originada en la aplicación del Modelo de Valorización Financiera en la presidencia del Ing. Macri ha provocado serios retrocesos en el nivel de vida de gran parte de la población, lo que exige una respuesta rápida y decisiva en el conjunto de las políticas públicas del Gobierno actual.

En tercer término, es preciso avanzar hacia una estrategia de alimentación saludable con productos frescos producidos en condiciones agroecológicas, sustentables, sin aditivos perniciosos para la salud, que garanticen ingesta adecuada a toda la población sin excepción, como un derecho esencial adquirido basados en los principios del CUIDADO AMBIENTAL y DESARROLLO SUSTENTABLE

En la Argentina las grandes corporaciones alimenticias producen alimentos en sus distintas modalidades de entrega al mercado donde predominan los productos ultraprocesados, que resultan ser inocuos para el ANMAT pero no son saludables para el consumidor, con volúmenes que podrían satisfacer la necesidad primaria de subsistencia a más de 400 millones de habitantes. Según los últimos datos del INDEC hay un 8,8 % de la población que tiene ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades alimentarias. Son los llamados “personas ubicadas bajo la línea de la indigencia” y constituyen un universo de aproximadamente 3,8 millones de habitantes que no disponen de ingresos necesarios para cubrir una canasta básica de alimentos. Lo que se suele denominar inseguridad alimentaria para una porción significativa de habitantes del país Y ello es, a todas luces, una situación intolerable si se considera el derecho a una alimentación digna como uno de los Derechos Humanos imprescindibles Más aún si se considera que los alimentos que se producen anualmente existen en cantidad suficiente para colmar esta necesidad humana básica, como ya lo apuntamos. No faltan alimentos, sino que la organización del sistema productivo y comercializador predomina el lucro como único objetivo impidiendo que se concrete las acciones necesarias para que todas y todos dispongan de pleno acceso a los alimentos indispensables.

En cuarto término, debe tenerse en cuenta que, en el consumo básico total de los residentes en nuestro país, el rubro alimenticio ocupa una porción elevada de su gasto mensual, la que crece sobre el total de las erogaciones de una familia a medida que los ingresos familiares descienden. Es decir, cuando más reducido es el ingreso total de una unidad familiar más porcentaje de tal ingreso se destina a la adquisición de alimentos para su subsistencia. Por ende, cualquier política de satisfacción del Derecho Humano a la alimentación digna se torna más urgente y exigente de una adopción en tanto los gastos en el rubro alimenticio son rígidos a la baja y cuando desciende el monto total de ingresos de las respectivas familias hay mayor premura para facilitar el acceso a alimentos a las capas más humildes de la población.

2. Hacía una nueva estrategia para el acceso a alimentos saludables

Una estrategia integral de abordaje de la producción y comercialización de alimentos para la población del país se torna urgente e indispensable. Hemos hecho referencia a dos causas centrales que así lo imponen. Por un lado, el respeto irrestricto de implementar un Derecho Humano irrenunciable: el de alimentarse sin restricciones de ningún tipo. Por el otro, el acuciante impacto de la inflación dominante en nuestro sistema de precios que afecta de modo especial a los ingresos de los que menos tienen debido a los incrementos especulativos de los precios de los bienes que se deben consumir; así como de costos derivados de los procesos de comercialización y transporte. También inciden factores externos que escapan a nuestro control pues se trata de valores fijados por mercados internacionales que repercuten en nuestro país.

Entonces, no queda lugar a dudas que es preciso poner en marcha un Sistema Federal de producción de alimentos orientado a satisfacer la incapacidad derivada de la inseguridad alimentaria. El Sistema debe aspirar a que los precios de los alimentos sean tales que nadie quede excluido de su capacidad de adquirirlos. Necesitamos promover nuevos actores productivos que permitan democratizar el mercado de alimentos. Insistir con acciones temporarias de políticas públicas orientadas de acuerdo a las leyes del mercado capitalista neoliberal excluye toda posibilidad en el sentido de alcanzar soluciones satisfactorias en la cobertura integral de este derecho. Pretender medidas de control o de imposición a grandes conglomerados económicos corporativos que pujan por maximizar sus ganancias resulta notoriamente insuficiente y no permite alcanzar soluciones integrales y perdurables en esta problemática.

El predominio del funcionamiento de producción, distribución y consumo de alimentos como una actividad sujeta a las leyes de un modelo de economía de mercado con fuerte concentración de las corporaciones y muy escasa aceptación de medidas correctivas emanadas desde el Estado debe ser descartado como lo demuestran los resultados visibles que hoy existen. Nuestro mercado de alimentos está atravesado por el accionar de empresas monopólicas u oligopólicas, para nada interesado en cumplir metas de tipo político y social como las que estamos propugnando. La problemática exige OTRA ESTRATEGIA POLITICA ECONOMICA ALTERNATIVA a la vigente.

En esa dirección surge la necesidad imperiosa de poner en práctica una estrategia basada en el accionar solidario colectivo donde los beneficios que se busquen supongan prioritariamente dotar de capacidad a los actores sociales interesados en cubrir las necesidades de alimentación adecuada para toda la población. Las Políticas Públicas a poner en marcha para implementar una estrategia alternativa deberán privilegiar prácticas asociativas entre productores y consumidores, con la guía y el apoyo irrestricto del Estado (en la complementación de sus tres jurisdicciones: Nacional, Provincial, Local) que garanticen formas organizativas solidarias, adecuadas a tal fin. En tal sentido, reivindicamos la presencia de un modelo basado en espacios de generación de bienes y acceso de la población en los mismos que hemos denominado “círculos de producción y consumo”[6], con modalidades ya descriptas por los autores de este texto en trabajos previos y que ahora recogemos en forma sintética, en esta descripción.

3. Producción local y consumo solidario: transformar el Estado, promover los actores locales, fortalecer la organización popular para construir el Nuevo Contrato Social[7]

Se trata de fortalcer en torno a cada aglomeración urbana o agrupación de grupos poblacionales asociados entre sí, la red abierta de productores de la Agricultura Familiar dedicados a la provisión de alimentos frescos y facilitar las condiciones para su vinculación con la organización del consumo responsable. Estos alimentos frescos, cuya generación se localiza en establecimientos de familias productoras, asociaciones de cooperativas localizados en la cercanía de dichos aglomerados destinados a proveer tales alimentos deben ingresar al circuito del consumo urbano a partir de acciones concertadas con sus productores.

Vincular los sujetos económicos conformando redes de producción y consumo que gradualmente programen el acceso y la ampliación de la producción solidaria y el consumo responsable, garantizando el abastecimiento cotidiano de alimentos saludables: verduras, frutas, hortalizas, legumbres, carne vacuna, porcina, aviar, ovina, huevos, leche y todos sus derivados, etc.

Desde la gestión municipal es perentorio construir la decisión política para la pronta vinculación de la Producción Local con el Consumo Responsable a través de la definición consensuada de una CANASTA BASICA LOCAL con proyección REGIONAL; que resulte ser instrumento organizador y de planificación territorial, que posibilite dirigir un porcentaje de la rentabilidad que genera el consumo popular en la reinversión de unidades productivas locales, genere trabajo y producción de valor agregado y de la organización del consumo responsable resulte el abaratamiento para la adquisición de los principales productos alimentarios: carnes, verduras, lácteos, otros.

Simplemente que estos espacios multiactorales se planteen captar un 10 % de la renta que genera el consumo popular para reinvertir en producción local, la generación de trabajo y el fortalecimiento de la organización popular a través del consumo responsable.[8]

Se trata de generar condiciones locales que reduzcan la incidencia de la intermediación comercial y a la vez, que puedan facilitar los procesos organizativos socioproductivos de las empresas nacionales, pymes locales y de la ESS como factor de generación de valor, empleo y producción. Conformar una Gran Red de Redes que puede integrar la capacidad instalada del comercio de aproximación que padece situaciones desfavorables ante los abusos de mercado de las grandes empresas concentradas. Una Gran Red de Redes que con base territorial empiece por brindar un servicio de abaratamiento del consumo popular y que rápidamente pueda plantearse metas de producción y desarrollo alcanzables en el mediano y largo plazo.

4. LA EXPERIENCIA DEL MUNICIPIO DE MARCOS PAZ

Vamos a acompañar este marco teórico con la presentación de la experiencia que desarrolla el Municipio de Marcos Paz (70.000 habitantes), en el oeste de la provincia de Buenos Aires.

Modelo de gestión municipal que, a nuestro juicio, viene dando pasos exitosos en ir avanzando en la implementación de un Programa Local de provisión de alimentos saludables a valores tales que garantiza ingresos apropiados a productores y comerciantes locales, que logró incorporar las nuevas plataformas electrónicas que facilitan el acceso a las familias consumidoras e implementa el sello de producción MEJOR MARCOS PAZ que refuerza la identidad local y valoriza la organización del consumo responsable.

El municipio desarrolla una experiencia de articulación productiva y comercial para abaratar la Canasta Básica de Alimentos. Creó la marca colectiva "Leche Marcos Paz", coordinó la producción con una planta industrial familiar la provisión de leche fluida y vinculó 40 almacenes locales para garantizar el acceso al consumo familiar. Estableció un acuerdo que posibilita un precio final de alrededor de la mitad del que habitualmente se consigue en los comercios privados[9] 

Con el Pan Social se procedió con la misma modalidad con 7 panaderías marcopazenses a las que se redujeron tributos municipales para vender el pan a un valor 40% menos al mercado. El comerciante no lucra con el precio de venta pan y gana al ampliar el acceso de consumidores a los que además ofrece otros productos de su elaboración. Hoy cubren tanto la leche como el pan alrededor del 25% de la demanda local. El principal instrumento para el abaratamiento de alimentos son la Feria Municipal Itinerante[10], articula con el Programa Provincial Mercados Bonaerenses en donde más del 20 productores locales ofrecen sus productos a precios inferiores a los del mercado privado y la Feria Municipal situada en el predio de un ex matadero de ovejas que dispone de un espacio techado con 22 puestos de venta. En ambas Ferias existen verdulerías, pollería, carnicerías, almacenes, ventas de productos de limpieza, pescadería y otros establecimientos de productos varios. A los efectos de ampliar el número de visitantes a la Feria está habilitado un servicio gratuito de transporte de compradores residentes en barrios alejados del lugar de la Feria.

El principal beneficio de cada feriante es que no abona alquiler ni gastos de mantenimiento (energía eléctrica, por ejemplo) ni INTERNET, ni ningún tipo de canon municipal. Los feriantes se comprometen a ofrecer productos con condiciones saludables y a un precio menor, que son considerados antes de la decisión municipal de otorgarles un lugar. Se estiman en 350 personas los ingresos de consumidores por día a la Feria, lo que implica que cubre aproximadamente el 15 % de la población local.

Además, el municipio de Marcos Paz asumió la decisión de impulsar la utilización de la TARJETA ALIMENTAR, provista por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y promovió la comercialización de los productos alimenticios incluidos en la política de PRECIOS CUIDADOS a través del aplicativo ACTIVOS MARCOS PAZ[11]

VALORES DE CANASTAS DE ALIMENTOS SEGÚN LUGARES DE COMPRA

En el mes de junio de este año la Secretaria de Producción del Municipio realizó una estimación del valor monetario de una canasta de alimentos referida al consumo básico de productos adquiridos en distintos tipos de establecimientos y con precios recogidos en forma simultánea.

Valuación en pesos a precios corrientes de Canastas Alternativas de Alimentos según diferentes sistemas de comercialización a junio de 2022

Lugar de compra       

Canasta Chango 28 productos   

Canasta Básica Alimentaria

Feria municipal e Itinerante           

4.256

10.214

Comercios Locales

4.612

11.283

Precios Cuidados

5.863

14.257

Cadenas Supermercados

6.671

16.806

Fuente: Secretaria de Producción del Municipio de Marcos Paz Informe sobre precios. (junio 2022)

 

En el cuadro podemos advertir las notorias diferencias en los precios entre los que exhiben bienes alimenticios imprescindibles en los circuitos de comercialización enrolados en el Programa de Alimentos Saludables del municipio y las otras bocas de expendio vinculadas al comercio privado habitual. El margen más notorio es con la valorización de los productos en supermercados, que en ambas estructuras de canastas de alimentos excede entre el 50 al 60 % el valor que el Programa municipal logra se marquen dichos productos en ferias y comercios adheridos

En síntesis. En Marcos Paz, el modelo de gestión municipal integral demuestra que OTRA ECONOMIA ES POSIBLE

CONCLUSIONES

Entendemos que la propuesta de producción y consumo de alimentos saludables como política pública consolida una activa participación ciudadana, economica y de fuerte organización social que posibilita la vinculación productiva con el consumo popular. Establece acuerdo de precios en productos de la canasta básica para abaratar costos familiares (medida antiinflacionaria), jerarquiza los espacios locales de comercialización y amplifica su alcance de ventas con las plataformas comerciales electrónicas. De esta manera, el municipio se convierte en un vector fundamental para conformar un auténtico círculo de producción local y consumo popular, potenciando la comunidad en perspectiva de territorio productivo. En la medida que esta política pública se multiplique en redes regionales (tal como ocurre con muchos municipios del país), también logrará incidir en el diseño de las Políticas Nacional y Provinciales.

La modalidad de gestión integral del estado municipal se establece según el perfil de vinculación entre la producción local y las capacidades de organización del consumo popular. Requiere políticamente de un fuerte apoyo a los actores económicos locales (productores, comerciantes y consumidores) para enfrentar las lógicas especulativas del poder concentrado y de esta manera impulsa democratizar el mercado al promover nuevos actores, abaratar precios y mejorar las condiciones nutricionales de la población.

A la vez, comprometen a la comunidad para captar la renta que genera el consumo popular con el propósito de reinvertir en la producción local generando empleo y mayor valor agregado en origen. La organización del consumo responsable implica descansar en el principio fundamental de satisfacer las necesidades básicas de la población, el cuidado ambiental, las formas de producción solidarias y la alimentación saludable por sobre los criterios de maximización de la rentabilidad capitalista. Es la mejor forma de avanzar en la construcción de la Soberanía Alimentaria.

 

BIBLIOGRAFIA

Gandulfo Alberto Y Rofman Alejandro: “La Economía Social y Solidaria en la Argentina contemporánea: logros y desafíos” en Una Década Ganada. Gestión económica kirchnerista en perspectiva (2003-2013) Santiago Fraschina y Arturo Trinelli (compiladores) Ediciones UNDAV, Avellaneda 2015

Gandulfo Alberto y Rofman Alejandro: “Finanzas Solidarias en la Argentina: a 10 años  de la promulgación de la Ley Nacional 26117” Revista Realidad Económica N° 302 – IADE. Bs As 2016

Gandulfo Alberto y Rofman Alejandro (2018), “Ante el ajuste y la recesión: aportes para la construcción de una gran red de Redes de Producción y Consumo para el desarrollo de la Economía Solidaria”, En Fraschina Santiago, Basualdo Federico y Ausas Fernando (compiladores.), Macrieconomía. El impacto del neoliberalismo en la Argentina, Vol. 2, Coedición UNGS-UNDAV. Los Polvorines (2018)

Gandulfo Alberto y Rofman Alejandro “Sistemas locales de producción y consumo de alimentos Saludables” PLAN FENIX Facultad Ciencias Economicas UBA, 2019

Gandulfo Alberto y Rofman Alejandro “Aportes para una Política Federal de Producción y Consumo de Alimentos Saludables” IADE Revista Realidad Económica. Julio 2020

Rofman, Alejandro: “La economía solidaria y los desafíos actuales” Revista de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Quilmes. Buenos Aires, 2012

Rofman, Alejandro “Soberanía e independencia económica”, en Robba A. y S. Fraschina, Los dos modelos económicos en disputa, Buenos Aires, Prometeo-Universidad Nacional de Moreno. Buenos Aires, 2011

Vera, Noelia: “Alimentación, medioambiente y salud: prácticas de producción, distribución, preparación y consumo de productores hortícolas agroecológicos del cordón periurbano bonaerense” RCL Río Cultura Ediciones. CABA 2022

 



[1]Alberto Gandulfo, Lic. en Sociología UBA. Actual Secretario de Economía Social y Solidaria de la Municipalidad de La Matanza (Pcia. Bs As)  ExSubsecretario CONAMI - MDS

[2]Alejandro Rofman, Dr. en Economía UNC. Investigador Principal CEUR-CONICET. Integrante del Plan Fénix FCE-UBA. Doctor Honoris Causa de U.N. de Rosario, Salta y Entre Ríos

[3] Raúl De la Torre: “Un modelo diferente de comercialización y producción de alimentos” entrevista a JAVIER RODRIGUEZ, Diario Página 12 (5 octubre 2022)

[4]SAPEM: Sociedades Anónimas con Participación Estatal Mayoritaria  (+10 años)

[5] Gandulfo Alberto y Rofman Alejandro: “Sistemas Locales de Producción y Consumo de Alimentos Saludables” Revista de Ciencias Sociales UNQ – 2° Época, año 11 – N° 37.  UNIVERSIDAD NACIONAL de QUILMES, abril 2020

[6]Gandulfo-Rofman: op. cit.

[7] “Sinceramente” Cristina Fernandez de Kirchner

[8] Gandulfo Rofman: op cit.

[9]Con la creación de la MARCA LECHE MARCOS PAZ, se estableció en $ 52 el litro el precio final al consumidor a finales de diciembre del 2021 Ante el aumento de precios al consumidor, en marzo del 2022 se elevó a $ 59; y en el mes de junio se acordó con los productores y los comerciantes el precio de venta directa al consumidor en $ 60  Ese consumo actual cubre aproximadamente entre un 20 al 25 % del consumo total de leche en el municipio

[10]Feria Municipal Itinerante: en ocasión de nuestra visita a la ciudad, se nos informó que concurrieron a ella el jueves de la semana anterior casi 600 compradores, lo que supone que mensualmente alrededor del 10 % de la población local se nutre con productos allí adquiridos, que se suman al 25 % arriba citado, completando una cobertura por demás interesante: más de una tercera parte de los habitantes de la ciudad.

[11] ACTIVOS MARCOS PAZ: es una plataforma virtual municipal que posibilita la vinculación comercial hasta generar una cuasi-moneda municipal

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