2. La sustentabilidad ecológica en la gestión de residuos sólidos urbanos.

Area Metropolitana de Buenos Aires1

Por María Di Pace y Alejandro D. Crojethovich
Area de Ecología Urbana, Instituto del Conurbano
Universidad Nacional de General Sarmiento
Roca 850, San Miguel (1663). P

"De una ciudad no disfrutas las siete
o las setenta y siete maravillas, sino
la respuesta que da a una pregunta tuya"

Italo Calvino, Las ciudades invisibles.

 

Introducción

En este trabajo se discuten algunos aspectos relacionados con la sustentabilidad, en particular con la sustentabilidad ecológica en relación con la gestión de los residuos sólidos urbanos. La escala geográfica se refiere en general al Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y de manera particular a los distintos municipios que la componen, comparado el manejo de los residuos sólidos que se realiza en ellos. a través del diseño y aplicación de indicadores de sustentabilidad urbana.

En esta investigación, a) se contempla el análisis de los conceptos de sustentabilidad y sustentabilidad ecológica y sus principales relaciones con los servicios ecológicos, b) se analiza el ciclo de la materia en el AMBA focalizando los principales flujos relacionados con la producción, circulación y disposición de los residuos sólidos y c) teniendo en cuenta un marco general de criterios y condiciones para la formulación de indicadores de sustentabilidad ecológica y de manera específica, para indicadores de sustentabilidad para los residuos urbanos, se formulan un conjunto de indicadores de sustentabilidad urbana para la gestión de residuos sólidos. Una serie de ellos son aplicados a las distintas etapas de la gestión de los residuos sólidos del AMBA.

 

Conceptos sobre sustentabilidad

El concepto de sustentabilidad está íntimamente ligado al de Desarrollo Sustentable o Sostenible y frecuentemente es asumido como un término "mágico" de superación en el debate que se viene dando en las últimas tres o cuatro décadas sobre conceptos anteriores tales como desarrollo integral y ecodesarrollo, en referencia a desarrollo y ambiente.

Si bien el término Desarrollo Sustentable fue utilizado por primera vez por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (International Union for the Conservation of Nature and Natural Resources - IUCN) en el documento denominado World Conservation Strategy (1980), alcanza una conceptualización más definida en el informe de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo formada a partir de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano (Estocolmo, 1972) titulado Nuestro Futuro Común (1987). El documento hace un llamamiento en pos de un desarrollo sustentable, enunciado como: " la humanidad está en condiciones de realizar un desarrollo sustentable en el tiempo, en forma tal que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones en atender sus propias necesidades".

A partir de allí, el concepto de desarrollo sustentable comienza a ser utilizado y citado por distintas personas y sectores de la sociedad a nivel nacional e internacional, variando los contenidos del mismo, de acuerdo a quien lo emplea.

Si consideramos que el objetivo del desarrollo sustentable es el mejoramiento de la calidad de vida humana, que puede implicar el manejo e incluso la transformación de los ecosistemas, aprovechando sus bienes y servicios, minimizando los conflictos que producen la explotación de los mismos y distribuyendo los costos y beneficios ecológicos entre las poblaciones involucradas; el concepto de desarrollo sustentable no supone como objetivo único la conservación de la naturaleza en su estado original, sino que significa la aplicación de un modelo de desarrollo que minimice la degradación o destrucción de la base ecológica de producción y habitabilidad, y permita el desarrollo de las futuras generaciones (Di Pace 1992).

La naturaleza de esta concepción sugiere que este concepto se basa en tres pilares:
El manejo ambiental;
El desarrollo social, económico y político; y
El bienestar humano.

La sustentabilidad de los recursos naturales básicos de las ciudades (particularmente referidos al relieve, al agua, al suelo, al aire, a la cubierta vegetal) se ha vuelto crítica debido fundamentalmente al tipo de uso y manejo que se ha hecho de dichos recursos. Se entorpecen o alteran las funciones ecológicas relacionadas con procesos ecosistémicos básicos como el desarrollo del ciclo hidrológico; de los ciclos biogeoquímicos más importantes: como el del carbono, del oxígeno, del azufre, del nitrógeno y otros; y el ciclo de la materia en general (Morello 1996).

En la Argentina, los estudios sobre la problemática ambiental de las ciudades son poco frecuentes y la mayoría consideran aspectos parciales de dicha problemática. Existe un sesgo muy marcado a contemplar las consecuencias - generalmente negativas - de la actividad del hombre sobre los sistemas urbanos, y no la interacción entre ambos. Es decir, la dimensión social, económica y física, entendida como una resultante de la relación de la población y sus actividades con el medio físico, es muchas veces mal valorada.
Del mismo modo, algunos estudios urbanos están frecuentemente sesgados hacia el análisis del comportamiento social y su relación con el ambiente construido, (la dotación de la infraestructura de la ciudad); menospreciando la interpretación de la relación establecida con los recursos naturales básicos. Los problemas considerados como ambientales se refieren fundamentalmente al hábitat, sin acceder a una escala mayor de análisis que integre las distintas variables (físicas, biológicas, antrópicas) y cuyas interrelaciones den cuenta del funcionamiento del así llamado "ambiente urbano".

Existen en la conformación de las ciudades distintas interacciones entre los recursos naturales básicos (el relieve, el agua, el aire, el suelo, la fauna y la flora); los recursos construidos (sus edificios e infraestructura) y la población que vive en ellas. El uso y manejo de estos recursos dependen de una serie de relaciones que algunos autores sintetizan en la relación entre la sociedad y la naturaleza, y otros en la relación hombre - ambiente. Esta relación varía fundamentalmente de acuerdo a las políticas socioeconómicas implementadas a lo largo de los distintos procesos históricos.

Como se expresó anteriormente existe distinta conceptualización sobre el desarrollo sustentable y una enorme cantidad de literatura producida a partir de la publicación del Informe Brundtland, sin embargo si procuramos un análisis sintético es posible reconocer tres enfoques principales (Pearce 1993):

a. Un enfoque "neo - liberal" que enfatiza la necesidad de sostener un crecimiento económico a partir de la incorporación de los costos de degradación y agotamiento de los recursos naturales que dicho crecimiento impone. Desde este enfoque, la degradación ambiental puede ser monetizada y sus costos deben incorporarse al mercado como una forma de alcanzar un uso eficiente de los recursos naturales. Está asociado a este enfoque el concepto de " eco- eficiencia" sostenido por E. Bruger en el seno del Consejo Empresario para el Desarrollo Sustentable, con sede en Suiza.

b. Un enfoque que puede definirse como asociado al concepto de "necesidades básicas", fundamentalmente expuesto por autores como J. Hardoy y D. Satterthwaite, que propone al desarrollo sustentable como un medio para alcanzar el bienestar social a partir del reconocimiento y mantenimiento de la existencia de una serie de condiciones ecológicas que son necesarias para sustentar la vida humana a un nivel específico de bienestar transgeneracional.

c. Un enfoque más "estructuralista" asumido por autores como Redcliffe, que critica el acceso y control inequitativo de los recursos naturales que caracterizan los patrones contemporáneos de desarrollo y propone un paradigma que reformule los medios y fines del desarrollo basándose en los principios de equidad y justicia social no sólo entre los individuos sino entre las regiones y las naciones.

El significado de sustentabilidad

Vemos así que hay una serie de conceptualizaciones y enfoques - y muchas veces una considerable confusión - sobre lo que se dice o pretende realizar en base al concepto de desarrollo sustentable.

Como bien expresan Hardoy, Mitlin y Satterthwaite (Hardoy et al. 1992) "el término 'sustentable' se usa más ampliamente en referencia a la sustentabilidad ecológica. , ....alguna literatura sobre desarrollo sustentable menciona términos como "sustentabilidad social" pero no existe consenso sobre su significado. " Lo mismo ocurre con los términos "sustentabilidad económica", "sustentabilidad cultural", "sustentabilidad del proyecto", etc., todas ellos carentes de conceptualización.

De acuerdo con Hardoy, Mitlin y Satterthwaite, nos referiremos aquí al concepto de sustentabilidad sólo en relación a la sustentabilidad ecológica. Como expresan los autores citados, " El encuentro de objetivos económicos, sociales y políticos cae dentro del componente desarrollo del desarrollo sustentable. Obviamente su logro debe ser sustentable en sentido ecológico ya que la vida humana y el bienestar dependen de ello".

La sustentabilidad ecológica

El concepto de sustentabilidad ecológica supone la propuesta de criterios necesarios para establecer la evaluación de cambios, adaptaciones y límites del sistema ecológico, frente a la presión ejercida por los procesos de desarrollo socioeconómico. Desde la perspectiva de las ciencias naturales, se han introducido varios criterios para operar el concepto de sustentabilidad, con el objetivo de evaluar cambios y respuestas de los ecosistemas frente a la intervención humana. Conceptos tales como mantenimiento de ecosistemas, salud de ecosistemas y desarrollo de ecosistemas, han sido revisados y traducidos en indicadores capaces de proveer un conocimiento temprano de cambios negativos en el estado de un determinado ecosistema antes de que dicho cambio pase a ser irreversible. Un ejemplo de ello es la aplicación de especies indicadoras, animales y vegetales, para detectar niveles de concentración de contaminación, antes que ella ponga en riesgo la salud humana.

Ciclos biogeoquímicos y sustentabilidad

Los ciclos naturales de la energía y la materia en la Tierra pueden ser estudiados como flujos entre compartimientos, en los cuales interesa conocer el tipo de ciclo desarrollado y la cantidad transportada. Existen cuatro compartimientos materiales en la Tierra: la atmósfera, la hidrosfera, la litosfera y la biosfera. La biosfera o "la capa de la vida" es la estrecha zona de tierras y océanos que contiene como su nombre lo indica la mayor parte de la vida. Como los seres vivos no pueden vivir separados de su ambiente, la biosfera incluye parte de la atmósfera, la hidrosfera y la capa superficial del suelo de la litosfera. Siendo nuestro interés el estudio de los ciclos de la materia que afecta principalmente a los seres vivos vamos a considerar que la Tierra está formada por dos grandes compartimientos: la biosfera y la litosfera. El tipo de intercambio de materia entre la biosfera y la litosfera es circular y cerrado, es decir toda la materia que eventualmente sale de la litosfera retornará en tiempos geológicos a ella.

Las actividades humanas se desarrollan dentro de un nuevo compartimiento que denominamos tecnósfera2 e interactuan con los ciclos naturales entre la biosfera y la litosfera de diversas formas:
a) aumentando la cantidad de los elementos naturales que intervienen en los ciclos. Por ejemplo hay un 30% más de carbono en la atmósfera que lo naturalmente esperado.
b) introduciendo en la biosfera sustancias de difícil metabolización, principalmente de origen industrial.
c) modificando los ciclos biogeoquímicos.
d) cambiando los ciclos circulares y cerrados a lineales y abiertos.
e) acumulando los productos de desecho de la actividad humana en la biosfera.

El cambio de un ciclo de la materia circular a uno lineal tiene como consecuencia la acumulación neta en la biosfera de elementos como el carbono, nitrógeno, fósforo, azufre, metales y también residuos. Esta acumulación se debe a que los flujos debidos a la actividad humana exceden la tasa de retorno natural de los materiales a la litosfera. Las actividades humanas involucradas en este cambio en los ciclos de la materia son insustentables porque no pueden ser mantenidas durante muchos años sin comprometer el ambiente de las futuras generaciones.

Por otro lado, los ecosistemas naturales se caracterizan porque la cantidad de materia que se produce dentro de ellos es generalmente mayor que la consumida. En los sistemas urbanos, en cambio, la tasa de producción propia es inferior a la tasa de consumo de materia. Hay en ellos una alta tasa de consumo de materia alóctona, gran cantidad de productos de desecho de su metabolismo que quedan en el sistema y tienen una baja capacidad de recirculación.

La sustentabilidad de la gestión de los residuos sólidos urbanos, hacia la cual está enfocada éste trabajo, está relacionada con las siguientes modificaciones de los ciclos naturales que serán analizadas a continuación:
· la magnitud del transporte neto de materia de la litosfera y la biosfera hacia la biosfera.
· los impactos ambientales de la acumulación de los residuos en la biosfera, que afectan a sus funciones ecológicas.

El transporte de la materia hacia el Area Metropolitana de Buenos Aires

Se ha elegido como región de trabajo al Area Metropolitana de Buenos Aires. En particular se ha utilizado una regionalización ad hoc que corresponde a los partidos que depositan sus residuos en la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE): General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno, Morón, Pilar, San Fernando, San Isidro, San Miguel, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, Ezeiza, La Matanza, Presidente Perón, Berisso, Ensenada, La Plata y la Ciudad de Buenos Aires.

Se depositaron en 1997 más de 4.000.000 de toneladas de residuos en el CEAMSE (CEAMSE 1997), materia que originalmente procede de la litosfera, por ejemplo metales, sílice y subproductos de los combustibles fósiles, y de la biosfera como productos vegetales y animales. La disposición en los rellenos sanitarios controlados influye sobre la sustentabilidad ecológica ya que es un transporte neto lineal (de acumulación) que se produce entre la tecnosfera y la biosfera en el AMBA (considerando que los rellenos sanitarios forman parte de la biosfera), con un baja tasa de retorno a la naturaleza.

La sustentabilidad ecológica del ciclo litosfera y biosfera ® tecnosfera ® biosfera ® litosfera puede estimarse mediante lo que definimos como el primer componente:

SE1= Tasa de reincorporación a la litosfera (t/año)
Tasa de extracción desde la litosfera y la biosfera (t/año)

Valores chicos de SE1 estarían indicando una baja sustentabilidad ecológica, es decir donde la reincorporación de los materiales a la litosfera se produciría con una lentitud mayor que la extracción. Por ejemplo para los metales se ha calculado el SE1= 0,0025
3 según los datos tomados de Karlsson (1997).

En resumen, la gestión de los residuos sólidos en el AMBA produce un aumento de las cantidades de los elementos involucrados en los ciclos naturales, que no se encontrarán disponibles para retornar hasta dentro de cientos de generaciones. Este aumento y la acumulación de los residuos son insustentables por las propias características del flujo lineal involucrado.

Funciones ecológicas y sustentabilidad

Los residuos tiene otro destino final que no son los rellenos sanitarios: la acumulación en basurales a cielo abierto, terrenos y cuerpos de agua (ríos y arroyos). Aquí la influencia sobre el medio ambiente se da principalmente por la contaminación y reducción de los servicios ecológicos en recursos básicos como el suelo, el subsuelo y el agua.
El concepto de sustentabilidad ecológica está íntimamente relacionado con la pérdida o disminución de las funciones ecológicas. Funciones ecológicas son los procesos ecosistémicos básicos que garantizan la continuidad en el tiempo de los servicios ecológicos que los recursos naturales como el suelo, agua, biodiversidad y atmósfera proveen y que determinan la calidad de la vida humana. En particular algunas de las funciones ecológicas de interés para el mantenimiento de las condiciones de equilibrio de los ecosistemas urbanos son la capacidad de absorber dióxido de carbono, la capacidad de fijar energía solar en forma de energía química y transformarla en alimentos, la descomposición de la materia orgánica, el reciclaje de los nutrientes, el control del balance de poblaciones de animales y plantas, la absorción, retención y distribución de los flujos pluviales y la posibilidad del desarrollo de los ciclos biogeoquímicos e hidrológicos.

La inadecuada gestión de los residuos urbanos puede influir negativamente sobre los ciclos biogeoquímicos y la biodiversidad, afectando la sustentabilidad ecológica. Esta afectación puede ser evaluada por medio de dos propiedades que relacionan la degradación de los ciclos y la biodiversidad con la pérdida de las funciones ecológicas: la estabilidad del ecosistema urbano y la reversibilidad de los cambios producidos por la gestión de los residuos. La estabilidad es la capacidad del ecosistema de mantener su estructura y funciones frente a una perturbación, por ejemplo la contaminación. La reversibilidad se entiende en este contexto como la vuelta de un ecosistema a las condiciones previas a la intervención en tiempos generacionales (Begon et al 1987). Algunos de los efectos producidos por la actividad humana pueden ser reversibles en tiempos ecológicos que en general se miden en decenas a cientos de años.

La posibilidad de que las futuras generaciones puedan atender sus propias necesidades está íntimamente relacionada con la perdida de la estabilidad de los ecosistemas urbanos. Definimos un segundo componente de la sustentabilidad ecológica como:

SE2=¦(estabilidad del ecosistema urbano4, reversibilidad de los efectos5)


Indicadores de sustentabilidad ecológica. Criterios conceptuales

La definición de indicadores es modelada por premisas teóricas y prácticas que delimitan el tipo de información a obtener, así como la interpretación de dicha información. Diferentes paradigmas y diferentes interpretaciones dentro de un mismo paradigma, han generado diferentes indicadores para la evaluación del proceso de desarrollo.

Por lo tanto, el primer paso en la definición de indicadores es el análisis y la traducción de los principios introducidos por el concepto de Desarrollo Sustentable. Si, por ejemplo consideramos tres subsistemas: a) el social, b) el económico y c) el ecológico, el bienestar social, el desarrollo económico y la integridad ecológica constituyen correlativamente los principales objetivos dentro de cada subsistema y dichos objetivos son altamente interdependientes en términos temporales y espaciales.

El logro simultáneo de objetivos de desarrollo social y económico a partir de niveles sustentables en el uso de los recursos naturales y, en el caso de las ciudades, fundamentalmente ligado a la generación de residuos, impone en muchos casos intercambios y negociaciones. Dichos intercambios se regulan por un conjunto de objetivos o principios de articulación definidos en términos de equidad, eficiencia, sustentabilidad ecológica y habitabilidad.

Específicamente en la sustentabilidad ecológica ello implica: el uso sustentable de los recursos naturales básicos renovables (como agua, suelo, aire, vegetación, fauna), la minimización del uso de recursos no renovables (petróleo, gas, etc.) y el mantenimiento de la generación de residuos dentro de los límites ecológicos de absorción locales, regionales y globales. Sus objetivos se centran en evitar impactos negativos sobre la vida humana y sus actividades, con una implicancia de tiempo actual y a futuro.

La articulación de objetivos propuestos bajo el paradigma de Desarrollo Sustentable, demanda el uso de indicadores capaces de desagregar el impacto de procesos de privación y vulnerabilidad ambiental, considerando aspectos como: quién sufre el impacto (desagregación socioeconómica), dónde (desagregación geográfica o sectorial) y cuándo (articulación de causas y efectos a través del tiempo) (Allen 1996).

Condiciones necesarias de los indicadores

Los indicadores de sustentabilidad urbana constituyen los test conductores de sustentabilidad y reflejan las situaciones básicas y fundamentales - considerando un período largo de tiempo - de los procesos económicos, sociales y de salud ambiental de una comunidad a través de las generaciones (Maclaren 1996).

Pero un indicador es literalmente sólo eso, es decir, provee sólo "indicaciones" de las condiciones de un problema. Su gran utilidad es que al ser cuantitativos o semicuantitativos permiten la comparación de elementos o procesos entre ciudades. Como un indicador no puede dar cuenta de todos los componentes del proceso ocurrido, se usan una serie de indicadores que caracterizan los distintos aspectos y dimensiones de una situación. Desafortunadamente, esto puede entrar en conflicto con la necesidad de identificar un conjunto lo más limitado posible con el propósito de que sean útiles para la toma de decisiones.

Los indicadores de sustentabilidad urbana se distinguen de los simples indicadores ambientales, económicos y sociales por el hecho de que ellos deben:

ser integradores: deben poder unir o interrelacionar las dimensiones sociales, económicas y ambientales de la sustentabilidad;

poder predecir situaciones a futuro, teniendo en cuenta las tendencias históricas;

ser distributivos, deben poder medir no sólo la equidad intergeneracional sino también la intrageneracional.


Indicadores de sustentabilidad urbana para la gestión de residuos sólidos. Algunas consideraciones generales.

De acuerdo a lo dicho, los residuos producidos en una ciudad constituyen parte del ciclo de la materia: su degradación y la entrada nuevamente al sistema litosfera-biosfera.

El aumento de la población urbana y el cambio que se ha producido fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XX en los patrones de producción y consumo han conducido a un agravamiento del problema de la eliminación de los residuos sólidos en casi todas las ciudades. Ello se expresa en un aumento de la producción de basura inorgánica (como derivado de formas de producción y comercialización que, por ejemplo, potencian el uso de material de embalaje), en fallas de recolección (en el espacio y en el tiempo) y en una inadecuada disposición final, prueba de ello son los numerosos basurales a cielo abierto, característicos de nuestras ciudades en general y del Area Metropolitana de Buenos Aires en particular.

Si nos extendemos a los residuos sólidos de origen industrial, muchos de ellos constituyen los llamados residuos tóxicos y/o peligrosos, lo mismo ocurre con aquellos de origen hospitalario.

¿Qué está pasando en esta parte del ciclo de la materia?

Como vimos, el proceso que tiende a la eliminación de los residuos ha rebasado en muchos casos la capacidad de digestión del ambiente, contaminándolo en todos o en parte de sus componentes, esto es: aire, agua y suelo. Como resultado de ello, los seres vivos en general y el ser humano en particular sufren un deterioro en su calidad de vida, siendo la salud uno de los aspectos más vulnerados.

Por otro lado, gran parte de las actividades de la producción necesitan utilizar los mismos recursos básicos que algunas actividades productivas degradan. En ese sentido, si bien el recurso agua tiene una gran significancia - siendo considerado desde escaso a potencial hipótesis de conflicto entre pueblos - no son menos importantes las condiciones del suelo y del aire.

La actividad industrial argentina en un mundo de intercambio cada vez más globalizado, comienza a preocuparse por el tratamiento a dar a los residuos que produce. Cada vez las condiciones de radicación industrial se vuelven más sensibles a las condiciones ambientales que las industrias deben cumplir. Por otro lado, la colocación de sus productos en el mercado externo, y aún en el interno, demandará normas ambientales cada vez más estrictas en el ciclo de vida de sus productos (producción, distribución, envases, etc).

Estudio de caso: el Area Metropolitana de Buenos Aires

El Area Metropolitana de Buenos Aires constituye un ejemplo paradigmático de degradación y contaminación ambiental cuyas consecuencias impactan la salud de la población y atentan contra la competitividad de sus actividades productivas. El enfoque de los problemas derivados y sus estrategias de solución se tornan complejos, dado los numerosos actores e intereses que están en juego

En este estudio se intenta entender, mediante el uso de indicadores, de qué manera la gestión de los residuos sólidos impacta los recursos naturales esenciales de una ciudad, tales como el agua, el suelo y el aire. Ello se articula con diversos procesos, en particular el de contaminación, pero también tiene que ver con dimensiones de espacio, tiempo, cantidad y calidad de los residuos que actúan como agentes del impacto producido.

Se trata de distinguir qué consecuencias produce la gestión de los residuos sólidos urbanos (en cada etapa de la misma) sobre la calidad del ambiente, de analizar qué parámetros de la sustentabilidad ambiental se ven afectados por una inadecuada gestión y cómo ello puede llegar a comprometer la salud de la población y la competitividad de las actividades productivas.

A continuación se proponen algunos indicadores (directos o indirectos, cualitativos y cuantitativos) de sustentabilidad urbana ecológica, que fundamentalmente puedan dar cuenta, y sobretodo monitorear, una gestión de residuos sólidos para que ella pueda ser considerada ambientalmente adecuada.

Si bien, como puede observarse en la Tabla 1, se han elaborado una serie de indicadores, en este trabajo sólo nos referiremos a alguno de ellos, de acuerdo a la información que disponemos para el cálculo de los mismos.

 


Tabla 1
Indicadores de sustentabilidad ecológica para residuos sólidos urbanos (domiciliarios e industriales)

CRITERIOS

INDICADORES

INDICADORES DE
REFERENCIA

Cantidad de residuos dispuestos en relleno sanitario, por municipio del AMBA. Número de basurales a cielo abierto por partido del AMBA. Volumen (m3) de residuos en basurales por partido del AMBA. Toneladas de residuos en basurales por partido del AMBA. Superficie (ha) ocupada por basurales en cada partido del AMBA. Cantidad de residuos generados (por inferencias indirectas o datos) / cantidad de residuos dispuestos. Residuos per capita (kg/hab.día) dispuestos, por partido del AMBA. Cantidad y tipo de residuos que se reciclan o se rehusan. Características físicoquímicas del percolado exudado por residuos en basurales clandestinos del AMBA.

INDICADORES HOLÍSTICOS

Cantidad de percolado exudado por residuos en basurales clandestinos del AMBA.
Nivel de contaminación de cuerpos de agua superficial (cuencas del AMBA)
Nivel de contaminación de las aguas subterráneas del AMBA.
Nivel de contaminación de los suelos del AMBA.

INDICADORES DISTRIBUTIVOS

Localización de basurales, respecto a la distancia a cuerpos de agua.
Localización de basurales respecto a la densidad de la población.
Localización de basurales respecto a la localización de villas de emergencia.
Aparición de basurales clandestinos respecto a una serie temporal (últimos 5 - 10 años).
Frecuencia de recolección de residuos respecto a zonas con población de distintos niveles socioeconómicos.
Frecuencia de recolección de residuos respecto a áreas con población con Necesidades Básicas Insatisfechas.
Localización de fábricas con residuos sólidos contaminantes respecto a basurales.
Localización de comercios respecto a localización de basurales.

INDICADORES CAUSA-EFECTO

Población afectada por enfermedades relativas a residuos por la cercanía a basurales y/o industrias productoras. Cuerpos de agua y aguas subterráneas afectadas por contaminación por residuos (domiciliarios e industriales). Proporción de suelo afectado por contaminación por residuos (domiciliarios e industriales).

INDICADORES PROYECTIVOS

Potencialidad de contaminación de agua y suelo por residuos industriales, de acuerdo a la localización de establecimientos fabriles.
Potencialidad de contaminación de agua y suelo por residuos domésticos, de acuerdo a la tendencia actual de su gestión.
Potencialidad de reciclaje y rehuso de los residuos.

INDICADORES DE
INCERTIDUMBRE Y RIESGO

Vulnerabilidad de los recursos naturales (fundamentalmente agua y suelo) por la inadecuada disposición de residuos.
Posibilidades de disminución de basurales clandestinos mediante una disposición adecuada de los residuos.

INDICADORES DE
CONTROL DE GESTIÓN

Preocupación del municipio por la desaparición de basurales clandestinos. Aumento de la frecuencia de recolección en las zonas con deficiencias. Aplicación de instrumentos de control municipal para la adecuada gestión de residuos industriales y domiciliarios. Recuperación de terrenos con basurales clandestinos. Número de denuncias de vecinos relacionadas con el mal tratamiento de residuos. Intervención de ONGs en el tema. Denuncias periodísticas sobre residuos a partir del análisis de recortes de prensa.

La sustentabilidad ecológica de la gestión de los residuos urbanos puede ser estudiada por medio de un sistema de tres componentes (Tabla 2), cada uno de los cuales analiza un aspecto o dimensión de la sustentabilidad y que puede ser cuantificado por algunos de los indicadores desarrollados en este trabajo.

 

 

Tabla 2
Componentes e indicadores de la sustentabilidad ecológica.

Componentes

Indicadores que integran el componente

Primer componente (SE1): analiza el flujo unidireccional de los residuos.
El ciclo de los residuos se puede dividir en dos partes: la cantidad de materia que es extraída de la litosfera y la cantidad que es reincorporada desde la biosfera. La relación entre ambas es SE1.

Residuos per cápita dispuestos por partido del AMBA

Segundo componente (SE2): analiza los efectos degradadores sobre el ambiente.
La sustentabilidad ecológica en el caso de los residuos está asociada a como se ven afectadas las funciones ecológicas relacionadas principalmente con los ciclos biogeoquímicos y la biodiversidad.

Todos los indicadores se integran en un índice final.

Número de basurales a cielo abierto por partido del AMBA
Volumen de residuos en basurales por partido del AMBA
Superficie sanitaria equivalente ocupada por basurales en cada partido del AMBA
Relación entre la cantidad de residuos generados y la cantidad de residuos dispuestos
Localización de los basurales, respecto a su distancia a cuerpos de agua
Potencialidad de contaminación de agua y suelo por residuos industriales, de acuerdo a la localización de establecimientos fabriles
Recuperación de terrenos con basurales clandestinos

Tercer componente (SE3): analiza la situación socioeconómica de la población.
Contempla el hecho de que los sectores de la población que se encuentran en una situación socioeconómica desfavorable son más vulnerables a los efectos ambientales causados por una inadecuada gestión de los residuos.

Indice de Ingreso relativo de los partidos del AMBA.

 

Los indicadores de la Tabla 2 han sido analizados en extenso por Di Pace y Crojethovich (1998). En base a los datos disponibles han sido cuantificados y ponderados para cada partido del AMBA, estableciendo para cada uno los criterios de que situaciones favorecen o no la sustentabilidad ecológica.

Los partidos que depositan sus residuos en el CEAMSE han sido ordenados en base a los tres componentes mencionados. En la figura 1 puede verse que La Matanza y Quilmes, ambos con un porcentaje alto de hogares con NBI: 18,5 y 18,2% respectivamente (INDEC 1991) son los partidos con la peor calidad ambiental derivada del manejo de los residuos sólidos, teniendo los valores más altos de SE2, es decir más insustentables. Por el contrario, San Isidro se encuentra en la mejor situación con respecto a este componente. El ex partido de General Sarmiento se encuentra en una situación intermedia, con un alto porcentaje de su población en riesgo sanitario (9,8%). Vicente López y San Isidro tienen el mejor nivel de ingresos (SE3), menor proporción de hogares con NBI (5,6 y 8,9%) comparado con el resto del AMBA y la mayor disposición de residuos (SE1), que resulta en una mayor condición de insustentabilidad. Por el contrario el partido de Moreno se sitúa en la peor situación socioeconómica, tiene un alto porcentaje de hogares con necesidades básicas insatisfechas y en riesgo sanitario (23,7 y 11,2%) y se encuentra disponiendo la menor cantidad de residuos. Es decir, el comportamiento de los partidos es claramente transversal a lo deseado como mejores condiciones de sustentabilidad: los partidos de mejor situación económica tienen altos valores de consumo y en consecuencia un uso no sustentable de los recursos, mientras que los partidos de peor situación económica tienen menores valores de consumo pero un manejo inadecuado de los residuos, con basurales a cielo abierto, etc.

Figura 1

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Consideraciones finales

Aun cuando el enfoque dado a este trabajo está relacionado con la gestión de los residuos, hemos visto como la sustentabilidad ecológica es sensible no sólo a aspectos relacionados con el estado de los recursos naturales sino también y fundamentalmente con los aspectos económicos y sociales. El manejo integral de los residuos constituye un "cuello de botella" socioeconómico y ambiental para las gestiones municipales. Así el sistema diseñado de componentes-indicadores de sustentabilidad puede convertirse en un instrumento útil para el diseño y la evaluación de políticas de acción..

La elaboración y aplicación de los indicadores planteados ratifican la concepción holística subyacente en el concepto de sustentabilidad, en este caso de lo que podemos llamar la sustentabilidad urbana. Desde la gestión municipal y/o regional ello implica el diseño de políticas y acciones que integren los aspectos ambientales, sociales y económicos. Esta estrategia de gestión es un proceso relevante a construir, en especial para el AMBA, cuya insustentabilidad precariza la vida cotidiana de sus habitantes.

Bibliografía

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1 Este trabajo forma parte del Proyecto de Investigación de carácter interdisciplinario denominado "Características de la Producción, Recolección y Eliminación de los Residuos Solidos y sus efectos sobre la Competitividad y la Sustentabilidad Ambiental en la Zona del ex partido de General Sarmiento", que se lleva a cabo en el Area de Ecología Urbana del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento.

2 Que incluye el medio físico construido, las actividades sociales, productivas y comerciales.

3 Ritmo de extracción 400 veces superior que el de reincorporación.

4 Por ejemplo la pérdida de diversidad por contaminación puede afectar la capacidad de absorber el CO2, descomponer la materia orgánica y otras funciones ecológicas.

5 Algunos efectos de la actividad humana pueden ir disminuyendo con el tiempo por la capacidad autodepuradora y autorreguladora de los ecosistemas, como por ejemplo la actividad de los microorganismos descomponedores en el suelo y el agua, pero lo que nos importa es en cuanto tiempo puede volver el sistema a su estado original. Si esos procesos naturales de depuración se dan en un lapso de tiempo mayor a una generación humana, la reversibilidad debe ser discutida

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